via:anarquia.info
Mientras escribo esta reflexión en el día que se cumple un año en el que el Estado chileno secuestro a Francisco y a mí, escucho las voces de compañerxs que se manifiestan afuera de la cárcel. Al otro lado de los barrotes, las rejas y los muros, hay manos y corazones inquietos accionando por quienes estamos dentro de las jaulas del capital. En esta ocasión, no solo llegaron hasta mi sus gritos, también recibí un panfleto ¡El viento trajo un hermoso e inesperado regalo! ¡Bella propaganda anarquista!
Para quienes hacemos o hemos hecho acciones de propaganda antiautoritaria, muchas veces no dimensionamos las consecuencias que pueden tener estas en otras personas. En un principio el objetivo de cualquier propaganda es entregar un mensaje, el que idealmente incite o inspire a otrxs a actuar en contra del actual sistema de terror. Pero, tal vez, el/la receptor de este mensaje no actué, no le haga efecto aquel llamado y siga como un espectador pasivx. En ese caso, vale la pena preguntarnos ¿Quizás la propaganda no fue lo suficientemente efectiva?, ¿Qué es lo que lleva a un individuo a enfrentar lo que lo domina? Como de la misma manera ¿Qué lleva a alguien a vivir pasivamente en un mundo de mísera y opresión?
Este tipo de preguntas me las hice en muchísimas ocasiones, a veces creí que había encontrado respuestas pero con el tiempo entendí que la libertad individual, vale decir las decisiones y acciones de otrxs no se pueden ni debieran medir o prever. Para hablar de libertad individual en primera instancia, tiene que existir conocimiento de la realidad y de los factores que la crean o limitan. Para decidir es necesario conocer, en esto último la propaganda es fundamental.
En mi caso, lo que me impulso a tomar el camino del conflicto
permanente, fue sin lugar a dudas la propaganda de otrxs (entre otros factores). Mi conocimiento político hubiese sido muy distinto si no hubiese sido receptora de un sinfín de propagandas. No sé si fue un panfleto, un rayado callejero, un comunicado reivindicativo, etc o tal vez fue el conjunto de mensajes, consignas que me llevaron a cuestionar y enfrentar a la hegemonía del poder y a la sociedad que lo sustenta y necesita.
Hoy un simple papel rompió todas las medidas de sugerida de esta cárcel volando hasta mí. Esta propaganda en este lugar toma un cariz extra; me demostró que por más encerradxs que el poder nos tenga o pretenda tener a lxs presxs que peleamos por un mundo donde solo gobierne el apoyo mutuo y la solidaridad, nunca estaremos solxs.
Hace falta mucha propaganda, hacen falta muchas acciones directas, si queremos golpear el capitalismo y las relaciones que este genera, como a su vez a la hegemonía impuesta del poder.
Aprovecho la ocasión para enviar un fuerte abrazo fraterno a la familia Vergara Toledo. Luisa Toledo fue una propagandista que contribuyó enormemente en la proliferación de muchas generaciones de jóvenes combatientes.
¡Muerte al estado y viva la anarquía!
Mónica Caballero, presa anarquista
Cárcel de San Miguel
Julio 2021.